Cuidados de la seda natural
-consejos para el lavado y planchado:
Puede lavarse a mano, con agua fría o a una temperatura no superior a 30 grados centígrados. Se recomienda el uso de jabón neutro.
Los pañuelos, foulards y mantoncillos de fleco corto pueden lavarse en casa para eliminar las manchas de sudor o roce. En el caso de los mantones grandes, recomendamos llevarlo a la tintorería sobre todo para que los flecos largos no se enreden.
Los dibujos han sido fijados con calor por lo que las prendas no suelen decolorar. De todas formas aconsejamos lavar la prenda sola. En el caso de artículos teñidos, en los primeros lavados suele tintarse ligeramente el agua.
No es necesario dejar la prenda en remojo, tan sólo sumergir la prenda y sacarla varias veces. Se recomienda no retorcer, ni frotar para no dañar el hilo.
No utilizar lejía ni secadora.
Se seca con mucha rapidez, no la pongas al sol.
Siempre es aconsejable el planchado de la prenda al revés como precaución para proteger el dibujo en caso de que se haya utilizado gutas con relieve como las plateadas o doradas.
El planchado queda mejor cuando la seda está aún un poco mojada.
La temperatura de la plancha debe ser entre 110 y 150 grados centígrados, es decir, el círculo de la plancha debe colocarse entre uno o dos puntos.
-¿Cómo guardar la seda?
La seda no debe guardarse en bolsas de plástico, es preferible que esté envuelta en una tela que transpire.
No debe estar doblada mucho tiempo porque queda marcada la línea y es difícil quitar con la plancha. El truco está en que las fibras deben respirar por lo que te aconsejo que de vez en cuando la airees. Al guardarla, puedes protegerla envolviéndola en papel de seda blanco.
Adquirir una prenda de seda natural es una satisfacción porque es un tejido con múltiples ventajas ya que permite la transpiración del la piel, no provoca alergias, es confortable tanto en invierno protegiendo el frío como en verano, por su ligereza, suavidad y tacto.